08/04/2023 | Viajes fotográficos
por Mikel
A entrar el mes de septiembre y el comienzo de todos los festivales en honor a la Luna o tsukimi, Japón se prepara para dar la bienvenida al otoño y dejar atrás el verano. Para muchos, representa una de las mejores épocas para visitar la nación nipona.
El otoño en Japón es una estación de clima agradable, sabrosos productos de temporada, magníficos acontecimientos y maravillas naturales.
Al igual que en nuestro Viaje fotográfico a Japón en primavera para ver el Hanami o la caída de las flores de los árboles de cerezo, te damos hoy algunas razones por las que debería volver a este bello país asiático en otoño. Acompáñanos y te en cuenta qué ver si viajas septiembre, octubre o noviembre.
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¿Por qué viajar para fotografiar Japón en otoño?. Viaje fotográfico a Japón en otoño
El otoño tiene un encanto especial. Los colores que proporcionan los diversos árboles tanto en ciudades como en parajes naturales son un gozo para los ojos. Si te gusta esta estación no puedes dejar de ver el Viaje Fotográfico. Otoño en Ordesa, donde la naturaleza muestra toda su exuberancia.
1.- Los colores ocres y amarillos de las hojas
El cambio paulatino de color de las hojas de los árboles es llamado por los japoneses el k?y? o momiji. Este último nombre por por las hojas de arce que (cómo en Canadá) son admiradas por su forma y belleza.
Este espectáculo gratis de la naturaleza es, de las primeras cosas que nos vienen a la mente cuando queremos viajar a Japón en otoño.
Este es una fiesta natural que se da entre septiembre y noviembre, cuando las hojas de los árboles que cambian del verde veraniego al amarillo, luego al naranja, al rojo o carmesí y en algunas especies se tornan violáceas hasta que se vuelven marrones y caen.
A desprenderse de las ramas, forman una “lluvia” ocre que puede disfrutarse con mayúsculas en Japón. En todo el país se celebran, además, cientos de eventos e iluminaciones especiales para que los visitantes puedan contemplar este cambio en toda su grandeza.
Parques urbanos, plazas, parques naturales, templos y santuarios se visten de gala para dar recibir el otoño sin duda merece la pena verlo y fotografiarlo.
2.- Los Festivales del Fuego
Chicos que sólo llevan fundoshi o el tipo de ropa interior tradicional con enormes y llamativas antorchas de pino encendidas, cuyo fuego iluminan y danzan entre las brisas de las noches que se vuelven más frías es un bella fiesta cultural.
Cánticos como saetas, vítores y mucho más conforman los Festivales del Fuego que se celebran a o largo y nacho del país entre octubre y noviembre.
Si deseas experimentar el Japón tradicional y un acontecimiento realmente autóctono, no debes perderse estas veladas. Uno de los más famosos es el Festival del Fuego de Kurama, que se lleva a cabo en el norte de Kioto durante los días de octubre.
3.- Las castañas asadas y las tempuras de hojas de arce
La gastronomía en Japón sigue estando fuertemente relacionada con las cuatro estaciones. Es común que empleen los productos de cada estación en la medida de lo posible y menos los artículos como conservas o envasados.
Las castañas, en particular las castañas asadas o yakiguri son uno de los productos y comidas más emblemáticos del otoño japonés.
Estas acompañan las mesas y los tentempiés junto con algunas setas específicas, las nueces del árbol ginkgo y la calabaza que se come de muchas formas.
Las castañas asadas de Kioto son famosas en todo Japón, así que si visitas la ciudad en otoño para ver los Festivales del Fuego, tendrás el regalo adicional y perfecto para disfrutar el evento. También lo puedes saborear mientras pasea por la zona de Geishas de Gion.
¿Te imaginas comer tempura de hojas de arce durante el otoño? Junto al aroma de las castañas, este olor dulzón plaga las calles de Japón en otoño.
La momiji tempura es un método estupendo para degustar la gastronomía de esta estación en Japón. Se trata de cubrir las hojas de los árboles de arce con una mezcla de harina de arroz y freírlas en aceite muy caliente. Este es uno de los árboles más apreciados durante todo el k?y? y ofrece a propios y extraños este exquisito plato.
Si vas a Kioto, estás en el mejor lugar para probar la momiji tempura, pero las del Parque Min son, sin duda, las más emblemáticas. Asimismo, en este hermoso paraje podrás hacer senderismo, contemplar la preciosa cascada y conocer a los monos Min
4.- Los niños del Shichi-go-san
La festividad de Shichi-go-san, que tiene lugar el 15 de noviembre, es un auténtico rito de iniciación para niños de 7, 5 y 3 años. De ahí su nombre Shichi es 7, go es 5 y san es tres.
Estos niños se visten con atuendos tradicionales y visitan santuarios para dar las gracias a los dioses sintoístas por ayudarles a crecer sanos y fuertes.
De igual manera se inician o rezan a los dioses por su salud, protección y bienestar en el futuro. Las mujeres madres visten elegantes y llamativos kimonos. La ropa de los niños son las tradicionales chaquetas haori y pantalones hakama.
5.- Festivales de otoño
Durante todo el otoño Japón se viste de colores y festivales relacionados con el paso en ciclos del año, los cultivos y cosechas y se honra la vida y la historia del país.
Hay festividades agrícolas en las poblaciones rurales, desfiles que recuerdan épocas pasadas y algunos simplemente excepcionales, como el festival de lucha japonesa y sumo o Kenka Matsuri de Himeji.
¿Cómo hacer buenas fotos en el otoño de Japón?
1.- Los atardeceres, los amaneceres o la hora dorada
Aunque puede salir a fotografiar Japón en el otoño a cualquier hora del día, será más espectacular durante la hora dorada. Pero, ¿qué es la hora dorada? Es la que se produce cuando el sol está muy bajo en el horizonte. Esto ocurre tanto al amanecer como al atardecer y se logran mágicas imágenes porque se produce una luz muy suave y cálida.
La razón por la que estos momentos son ideales para nuestras fotografías es sencilla: el ángulo de incidencia de la luz solar o natural hace que los tonos cálidos del otoño y de la hora del día resalten bastante más, mejorando notablemente el ambiente captado en la foto.
2.- La niebla, los bosques y días nublados
Estábamos hablando de que la mejor luz para fotografiar es probablemente la del amanecer y el atardecer, pero debemos recordar que si hay algo que caracteriza a esta estación (aparte de las preciosas tonalidades cálidas), son los chubascos y el tiempo cambiante.
Esto implica que muchos de los días que hemos planeado fotografiar en Japón serán sombríos y con niebla, ¡pero no hay ningún problema! No pasa nada porque esta es otra forma igual de atractiva y altamente estética de representar el otoño en fotografías.
Si visitamos entornos naturales que abundan en Japón como bosques, lagos o ríos, el tiempo también puede ayudarnos a comunicar una atmósfera más melancólica.
Para la fotografía brumosa se requieren velocidades de obturación lentas y exposiciones largas. Si no utilizas un trípode, es posible que obtengas algunas tomas borrosas o poco estables. Esto sólo ocurrirá en algunos casos hasta que le cojas el truco: aguantar la respiración al disparar.
3.- Juego de colores y contrastes
Otoño es, prácticamente, sinónimo de color, por lo que saber jugar con este elemento en tus composiciones fotográficas es una de las principales recomendaciones.
Y no, fotografiar un entorno colorido no es suficiente si quieres tomar imágenes sobresalientes. Es necesario ir un paso más allá y analizar la escena para lograr combinaciones de color que impacten.
Los tonos juegan un papel protagónico en la composición de cada una de nuestras fotografías. Por ejemplo, puedes componer una toma citadina con escenas de ciudad y los árboles de las plazas con sus tonos cálidos. Si logras que el sol se refleje en las ventanas de los edificios y cree destellos, mucho mejor.
Por supuesto, este no sólo se verá afectado por la hora del día, sino por la luz que esté presente y la totalidad de los elementos que involucres en la toma.
4.- Los filtros polarizados
Los filtros polarizadores de la luz solar son extremadamente útiles cuando se fotografía en un entorno natural.
Esto ocurre por varias razones. La primera es que estos te ayudarán a eliminar los reflejos en superficies no metálicas o vítreas, como el agua.
Por otro lado, te resultará útil no sólo en situaciones en las que salga cursos o cascadas de agua en tus fotografías, sino también en situaciones en las que vayas a fotografiar las bellas hojas otoñales bañadas por el rocío y la humedad.
Los filtros polarizados se distinguen, igualmente, por su capacidad para realzar los colores al mejorar el contraste. En conclusión, te dará aún mejores resultados en la estación otoñal, con cielos más dramáticos y vegetación más brillante.
¿Te gustó nuestro recorrido por Japón? Ven y visita todos nuestros Viajes Fotográficos.
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Foto: Otoño, camino forestal por Sofía López Aguayo