Petroglifos prehistóricos de Domingo Garcia, Segovia

Perderse por el entramado de carreteras locales de la provincia de Segovia, al igual que en otras de Castilla, es introducirse en un mundo de sosiego y calma donde el tiempo en muchas ocasiones parece haberse detenido. Es descubrir una geografía salpicada de pequeñas localidades, en las que lo primero que suele destacar es la torre de la iglesia, visible ya desde bien lejos.

Hoy nos adentramos en el corazón de la comarca de la Campiña Segoviana. Circulando por una de estas carreteras que os comentaba, no será difícil que llame rápida y poderosamente la atención unas ruinas en lo alto de un cerro. Estamos en Domingo García, o mejor dicho en el cerro de San Isidro y esas ruinas en lo alto corresponden a la antigua ermita del mismo nombre.

Aquí encontraremos un yacimiento de petroglifos, es decir de grabados sobre roca propios de los pueblos prehistóricos de la época neolítica. Estamos hablando de unos dibujos hechos DIEZ MIL años antes de Cristo, por hombres y mujeres como nosotros. La estación de Domingo García es considerada uno de los centros de arte rupestre al aire libre más importantes de toda Europa. En ella podremos encontrar figuras de caballos, vacas, cabras y ciervos.

Aparte de los grabados paleolíticos, están representados un gran número de motivos piqueteados de época medieval, que representan escenas de caza, pastoreo o combates. También hay que indicar que encontraremos otras bastante más modernas y menos afortunadas, fruto seguramente del desconocimiento. Junto a las ruinas de la ermita románica de San Isidro también hallaremos sepulturas antropomorfas correspondientes a una antigua necrópolis.

Que desde la prehistoria pasando por la Edad Media se escogiera este lugar para distintas manifestaciones artísticas, creo que no es un hecho fortuito. Es una delicia perderse por las inmediaciones del cerro San Isidro, incluso llego a verle un cierto toque mágico y por supuesto es un lugar donde echar a volar la imaginación.