Gibraltar, la Roca y sus monos

Al igual que las palmeras y tantas otras cosas, los monos o macacos los trajeron a Europa los musulmanes en la Edad Media. En una batalla que se produjo en 1704 entre España e Inglaterra perdimos este enclave dentro de la Península Ibérica y que no se ha conseguido recuperar tras varios asedios. Hay extendida una leyenda por la cual cuando muera el último mono Gibraltar volverá a España, razón por la cual los monos son mimados, alimentados y vacunados como cualquier otro ciudadano del Peñón, estando estabilizada su población en 250 individuos.La Roca, de 425 m. de altura permite ver las costas de Africa sin dificultad y es un inmenso queso de Gruyêre con más de 150 cuevas calizas y decenas de km. de túneles que sirvieron para protegerse en los largos asedios de los españoles y después en la II Guerra Mundial. Una auténtica ciudad subterránea. En superficie viven 32000 habitantes básicamente del comercio y el turismo. Y un aeropuerto con una sóla pista, que atraviesas antes de entrar cuando no hay aviones. Para comprar, te ahorras impuestos pero sólo el tabaco y el alcohol según nos dijeron los guías locales merecen realmente la pena.