Ruta de las cuevas
Observación Geológica
Oñati es tierra de fuerte personalidad histórica y cita de monumentos memorables, pero uno de sus valores más estimables lo constituye su incomparable naturaleza. Uno de los aspectos a remarcar en su entorno es su paisaje kárstico. Aquí, el agua y la caliza son los principales actores. Condiciones y procesos puntuales en la naturaleza nos regalan singularidades geológicas dignas de admirar. La GeoRuta de las Cuevas está especialmente diseñada para recorrer y admirar estos lugares de interés geológico que encontraremos en el valle de Araotz.
La georuta comienza en una de las cuevas más extensas de Gipuzkoa, la Cueva de Oñati-Arrikrutz. Se ofrecen distintas modalidades para visitar y disfrutar de este santuario esculpido por el agua a través de los siglos. La visita al denominado “sexto continente” es obligada, para admirar sus enormes salas y perderse por sus innumerables galerías.
Además, en la Cueva de Oñati-Arrikrutz son de relevancia los descubrimientos paleontológicos realizados: numerosas osamentas de osos cavernarios (Ursus spelaeus), huellas de rinoceronte lanudo (Coleodonta antiquitatis), hiena de las cavernas (Crocuta crocuta spelaea) y ciervos gigantes (Megaloceros giganteus). Aunque el hallazgo más importante hasta la fecha es el esqueleto completo de un león de las cavernas (Panthera leo spelaea). Este esqueleto, vestigio de los mayores félidos existidos en nuestro entorno, es el primer y único hallazgo realizado en España.
Continuando con la georuta hacia el barrio de Araotz, se encuentra la cueva de Sandaili. Es un buen ejemplo de la relación tan estrecha que desde siempre ha tenido el ser humano con las cuevas. La infinidad de restos que en ellas se guardan atestiguan que las cuevas desde siempre han atraído al ser humano. Los hombres primitivos las consideraban lugares de protección y templos de la madre tierra. Más tarde, con el cristianismo, la atracción de estos lugares se mantuvo pero adaptada a la nueva religión. La cueva de Sandaili es un buen ejemplo: la ermita construida en esta cueva hasta hace poco tenía gran afluencia de gente.
La leyenda más peculiar y la costumbre más particular es la que nos muestra la Cueva de Sandaili como santuario de fuerzas fecundadoras. Los matrimonios con dificultades acudían hasta esta cueva en busca de ayuda. Las mujeres se sumergían en el pilón de piedra que se llena con la gostas del techo confiando en conseguir la fertilidad.
Cueva de Aitzulo
Terminamos la ruta en la caprichosa Cueva de Aitzulo, una singularidad geológica creada por el esculpir del agua que ha transformado la roca en una ventana singular. Desde aquí se podrá admirar el vuelo de los buitres leonados que anidan en las paredes de Orkatzategi.
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