Descubre la fauna de Los Arribes del Duero
24/03/2023 | Viajes a Parques Nacionales y Espacios Naturales
por Mikel
Es un lugar único para conocer, no solo se contemplan espectaculares vistas, también es un sitio propicio para hacer actividades como senderismo, caminatas, buceo, bicicleta y más. Por su tipo de terreno, agreste y difícil, se han acogido variada fauna. Descubre aquí la fauna de Los Arribes del Duero.
Formadas por altas pendientes donde cruza el río Duero, cuyos afluentes y cañones se distribuyen por todo el cauce del río. La belleza de sus paisajes es asombrosa y monumental, tiene acantilados de granito que alcanzan una altura de hasta 500 metros.
Al estar lejos de la actividad humana ayuda a mantener la naturaleza virgen. En los Arribes se dan cita infinidades de especies vertebradas, las más comunes son las aves.
El clima de sus valles y cañones es propicio para el aumento de la diversidad zoológica, creando condiciones adecuadas para que animales de otras latitudes y regiones se instalen en esta comarca.
Fauna de Los Arribes del Duero
La mayoría de estas especies están protegidas y otras están casi extintas. En esta reserva natural albergan unas 300 especies de vertebrados, muchas de ellas son aves, además, suman a este museo envidiable para cualquier región un centenar de anfibios, reptiles y peces.
Sin embargo, es menester agregar a este tesoro el gran roquedo, su vegetación y aguas. Aspectos relevantes que le dan presencia a Los Arribes.
Muchas de las aves se alojan en los cantiles de vértigo, con cantidades de atalayas y recuévanos. Pareciera que se formado a propósito, con el fin de acoger en su seno las aves que adornan sus riscos.
Se puede divisar grandes aves como el águila real, el carroñero buitre, el alimoche y la cigüeña negra que busca como hábitat bosques de árboles grandes y lugares húmedos, cerca del agua. Además, es un sitio ideal para alojar otras especies de menor peso, de vuelo inquietante, como son los aviones roqueros o las típicas palomas.
También se suelen ver otras especies notables y silenciosas, como es el búho con sus impactantes ojos deslumbrantes. El escenario arribeño nos da la oportunidad de observar enmudecidamente su aspecto geológico y, además, de advertir el contraste entre la naturaleza pura y zonas habitadas y cultivadas por humanos.
Aunque suelen ser muy atractivas por sus olivares, la actividad de la pesca y hasta lo desolado producen una sensación de impacto. Es un ecosistema lleno de vida, habitado por aves dicharacheras y por predadores que no dejan escapar a ningún infeliz que se descuide.
Los Arribes del Duero están para no pestañear en nuestro tránsito por sus adentro. Quienes lo hemos visitado sabemos que todo es mirar. Al adentrarnos lo hacemos de tal modo de no molestar a las aves residentes.
El Parque cuenta con una variedad de fauna avícola, geológica y floral, atractivos que hacen que cada año, más amantes de la naturaleza lo visiten. Sus clientes fijos son los seducidos por su belleza natural y acuática, llenas de vida y armonía.
Tranquilidad y solo mirada
Al recorrer a pie los senderos de sus rutas se observan encantos y se perciben olores de toda la naturaleza. Cuando es por barco se contempla mejor el espectáculo del interior de su cañón por donde pasa el río Duero. Un río que cruza las diversas presas que cubren el tramo fluvial que delimita España y Portugal que le da valor e impacto a la zona protegida.
La sombrosa floración que salta a la vista colma el espíritu humano en un espacio protegido que sorprende por los saltos de sus corrientes de agua que llegan al río y forman sus cascadas. En las fechas de mucho calor Los Arribes atrapan en sus paisajes momentos de tranquilidad y sosiego.
En estas fechas las aves se vuelven más eufóricas porque deben sacar adelante a su familia por lo que luchan para sobrevivir de los azares inciertos. Quedan expuestas a cualquier ave rapaz ansiosas de cazar y alimentarse, así como a sus crías.
Incluso la crianza de pollos no está exenta de ser víctimas de estas aves. Las más vulnerables son más propensas a que se invadan sus nidos.
Los Arribes del Duero tiene imágenes admirables, toda una naturaleza viva. El avión roquero ya muestra en su cuerpo indicios de evolución que hacen evidente que el tiempo impuso su ley. Nada permanece inmutable con el paso del tiempo, por lo que los aviones roqueros han aprendido a ocupar los aleros naturales para construir sus nidos y sacar adelante las crías.
Sus vertientes y fisuras hacen visible su relieve mostrando una geología impactante. Se ha convertido en un sitio donde abundan las covachas que ocultan los murciélagos y otros como el búho real. Quedamos absortos al ver cómo hay vida de árboles en zonas casi imposibles.
Es allí donde las aves se aprovechan para anidar, criar y resguardarse. Fácilmente se ve a lo lejos un buitre, por su gran tamaño, asentado en diversas zonas de Los Arribes, especialmente por las rocas para ocultarse.
Entre tanto, el alimoche se ve más activo, destacando su silueta cuando vuela o descansa, gracias a su característico color blanquecino. Estas aves son fijas de ver en Los Arribes del Duero. También, a lo alto suele cruzar por los aires el águila real cuyo lugar está en lo alto de los cantiles y otros puntos pocos accesibles.
Otros animales en Los Arribes
Más animales hacen vida en Los Arribes, no solo aves, también especies de vertebrados. Su clima peculiar, los arroyos y ribera, el calor del sol y sus inaccesibles cañones lo hacen un lugar ideal que resulta un refugio lleno de tranquilidad a otros animales.
Veremos notables ejemplares de galápagos, lagartos ocelados y ranitas entre los matorrales. En cuanto a mamíferos, avistaremos con presencia ocasional el lobo ibérico, que recorre las tierras del norte del Duero cruzando por el Puente de Requejo.
También, en sus aguas hay abundancia de nutrias y por el follaje veremos comadrejas, gatos monteses y ginetas. Aunque no dejaremos de mencionar los zorros y algunos hábiles jabalíes.
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Fotografía por C3S4R